El doctor Santonja se pronunció en estos términos en la ponencia ‘El futuro próximo: inmunoterapia. Enfermedad de Alzhéimer Prodrómica’, dentro de la reunión de la SVN.
El facultativo explicó que en la actualidad, los tratamientos disponibles para la enfermedad «consiguen una mejoría clínica y un retraso en la evolución de la enfermedad», pero puntualizó que aún «no existe tratamiento que intente detener la patología, actuando sobre el mecanismo que la produce».
Concretó que la inmunoterapia es una estrategia «nueva» de tratamiento encaminada a detener los procesos que llevan a desarrollar la enfermedad: «El mecanismo de actuación es el de dirigir al sistema inmunitario contra la molécula que principalmente desencadena la enfermedad, el péptido beta amiloide».
El doctor Santonja señaló que existen dos formas de actuar: la inmunoterapia activa, llamada también vacuna, basada en la administración de amiloide exógeno para que el organismo desarrolle anticuerpos contra este péptido que también actuarán sobre el amiloide que provoca la enfermedad; y la inmunoterapia pasiva, que consiste en administrar directamente anticuerpos frente al amiloide.
El experto señaló que los ensayos clínicos realizados «no han tenido resultados beneficiosos», pero «de cada uno de ellos se han ido extrayendo conclusiones para desarrollar nuevas moléculas que eviten los efectos secundarios y mejoren los beneficios clínicos».
El más conocido de ellos fue la famosa vacuna contra el alzhéimer, «que por desgracia no pudo concluir por presentar algunos casos de encefalitis». En la actualidad, comentó que están en marcha muchos ensayos clínicos con vacunas mejoradas «que hacen pensar que en un futuro a medio plazo, conseguiremos mejorar».
Fuente: lasprovincias.es