Hoy publicamos un micro relato de Antonio Mas, que él mismo nos ha remitido y nos parece interesante de leer.
A través de él podemos tener una visión muy clara de la vivencia de un familiar de enfermo de Alzheimer.
En pocas líneas ahonda en los sentimientos de los familiares que se enfrentan día a día a situaciones tan cotidianas como difíciles.
– Buenos días, señora Carmen.
– Buenos días.
– ¿Qué hace ahí parada? Se va a quedar usted congelada.
– Estoy esperando a mi hijo. Se fue a comprar hace un rato, pero parece que se retrasa –añadió la anciana, consultando su reloj.
– No se preocupe, seguro que no tardará. ¿Le importa que le haga compañía?
– Gracias, hijo, no te molestes. Seguro que tienes cosas mejores que hacer que acompañar a una vieja como yo. Alguna moza afortunada te estará esperando…
– No es ninguna molestia, se lo aseguro. Nos sentaremos en este banco y esperaremos…
Y Miguel, como cada mañana, se sentaba junto a su anciana madre, esperando a un hijo que jamás estuvo tan cerca…